el paraiso perdido

Reflexiones sobre el mundo del misterio sobre sus investigadores, el uso y abuso que de el hacen, siendo sus victimas los creyentes en los fenomenos mal llamados paranormales. Tambien de vez en cuando se podra leer reflexiones mas mundanas y tangibles pues si el misterio se rodea de magia la Vida misma es mágica y todo fuera de ella esta vacio de misterio

domingo, junio 04, 2006

Acuario





Se cree, desde las más antiguas civilizaciones y pueblos, que el undécimo arquetipo del Zodiaco (es decir, el signo de Acuario), acoge en su seno y bajo su influencia toda manifestación que contenga connotaciones ocultistas o místicas. Las personas nacidas bajo este signo tendrán grandes proyectos y serán, al propio tiempo, capaces de proponerse grandes ideales, en cuyo intento de materialización pondrán especial empeño. Se le denomina por las diversas corrientes astrológicas, el portador del agua, y suele representársele alegóricamente bajo la figura de un hombre que lleva un ánfora en sus manos, de la cual se derrama el líquido que contiene; con ello se significa el simbolismo de las ondulaciones que forma el agua al caer, la no linealidad, la desigualdad y los altibajos en las vidas humanas en relación con muchos de los objetivos propuestos.
En el zodiaco de los egipcios, la representación emblemática del aguador varía respecto del zodiaco occidental, pues aquéllos representaban al hombre de Acuario portando dos ánforas, en lugar de una, en sus manos. Parece que con esto querían simbolizar no sólo un aspecto cualitativo del simbolismo del signo de Acuario, sino también un aspecto cuantitativo y numérico, que expresaría la doble tensión a la que está sometido todo ser humano, la fuerza del espíritu y de lo etéreo, por un lado; y por otra parte la atracción de lo sensitivo, lo somático y lo corpóreo.
Este aspecto activo y pasivo al mismo tiempo, es una prueba fehaciente de la duplicidad y la aporía en la que en muchas ocasiones se halla inmerso, como prisionero, el ser humano; también es el resultado de la disgregación y descomposición de las fuerzas que actúan por debajo de la historia aparente, es decir, de la llamada intrahistoria, las cuales son capaces de cambiar lo fenoménico y de desviar un proceso, iniciado en la base de esa intrahistoria, hacia otro ciclo dependiente de la historia aparente. Esta representación gráfica de los egipcios, en la que el hombre mantiene dos recipientes con agua en sus manos, se debe a que aquéllos identificaban, en cuanto tenían ocasión, a su dios Hapi con el signo de Acuario, al propio tiempo que consideraban al río Nilo como la personificación de aquel Dios.
Su significado iconológico nos lleva a la convicción de que hay que sustituir el llamado principio de disolución y desbaratamiento, parece como si existiera cierta relación con la ley de la entropía, en Física, mediante la que se enuncia que en la naturaleza, así como en el cosmos, todo tiende al desorden y al frío por la consecución de la innovación y lo inédito. En Acuario se une lo práctico y lo teórico, la reflexión y la acción; su pictograma, dos líneas ondulantes, simboliza la fuerza de la corriente del agua.

CASA NATURAL DE ACUARIO
Los astrólogos de todos los tiempos coinciden en afirmar que la Casa correspondiente al signo de Acuario es la Casa XI, la cual pone al sujeto en contacto con el mundo y con sus semejantes; por tanto, se diferencia de su domus opuesta, es decir de la Casa V; el significado de aquélla, nos referimos a la Casa XI, supera, y en ocasiones se opone, al simbolismo de la Casa V: así lo afirman algunas corrientes astrológicas que han estudiado con sumo cuidado los efectos de la domificación. Así pues, y siempre según esta corriente astrológica, la Casa XI es la casa natural de Acuario.
Es la Casa XI una de las que mayor significado adquieren; el nativo de Acuario muestra, e intenta realizar, sus aspiraciones y sus proyectos sin dejarse moldear y, por tanto superando, por las circunstancias; y ello es así porque la Casa XI pertenece a las llamadas Casas fijas. Desde otra perspectiva, el nativo del signo Acuario está preocupado por lo accesorio y busca la colaboración de sus compañeros, socios y amigos; y ello porque la Casa XI es una Casa denominada de aire. Acaso por eso su simbolismo siempre nos remite a la esperanza, y a la confección de proyectos, que en casi todas las ocasiones se lograrán por parte del nativo del signo Acuario, pues es característico de éste saber elegir bien sus consejeros o sus colaboradores.
La influencia del nativo del signo de Acuario en el mundo material, en el mundo que exige realidades y resultados, queda asegurada, según la llamada teoría de la derivación de las Casas, por la distribución de las influencias en el campo somático y físico.

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