el paraiso perdido

Reflexiones sobre el mundo del misterio sobre sus investigadores, el uso y abuso que de el hacen, siendo sus victimas los creyentes en los fenomenos mal llamados paranormales. Tambien de vez en cuando se podra leer reflexiones mas mundanas y tangibles pues si el misterio se rodea de magia la Vida misma es mágica y todo fuera de ella esta vacio de misterio

jueves, junio 08, 2006

El Gato de Schrödinger



El Gato de Schrödinger, o…
como estoy exactamente

La Mecánica Cuántica es un intento por responder a la pregunta:
¿Cuándo y dónde está un átomo?

Dos resultan ser las suposiciones más importantes de esta teoría:

"1. La energía no se intercambia de forma continua, sino que en todo intercambio energético
hay una cantidad mínima involucrada, es decir un “cuanto” (cuantización de la energía).

2. Al ser imposible fijar a la vez la posición y el momento de una partícula, se renuncia al concepto de trayectoria, vital en Mecánica clásica.
En vez de eso, el movimiento de una partícula queda regido por una función matemática que asigna, a cada punto del espacio y a cada instante, la probabilidad de que la partícula descrita se halle en tal posición en ese instante (al menos, en la interpretación de la Mecánica cuántica más usual, la probabilística o "de Copenhague").
A partir de esa función, o función de ondas, se extraen teóricamente todas las magnitudes del movimiento necesarias."

Según el punto dos la respuesta entonces al ¿cuándo y dónde? viene siendo una onda, sin embargo, como caminamos por el campo de las probabilidades ésta no es una única onda sino un paquete de ondas, posibles caminos a tomar por nuestra partícula,
centrado alrededor de alguna posición media, digamos que la más probable, pero no la única,


El "experimento imaginario" del Gato de Schrödinger
Tenemos una caja cerrada y opaca (de manera que nadie puede ver
en su interior antes de abrirla) que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícula radiactiva con un 50% de posibilidades de desintegrarse y un dispositivo que hará que el frasco se rompa
si la partícula se desintegra, y claro si el frasco se rompe el gato, por la acción del veneno, se muere.
Mientras no abramos la caja no podremos saber en qué estado se encuentra el gato y su paquete de ondas
se mueve entre el 50% de estar vivo y el 50% de estar muerto, el estado del gato, en esta situación fluctúa entonces entre la vida y la muerte hasta que la caja no se abra.

En el momento en que es abierta la sola acción de mirar el gato nos reduce tal función de ondas y el animal pasa a estar vivo o muerto sin posibilidad ya de fluctuar.

La pregunta que surge aquí es si efectivamente es la acción de mirar la que determina la reducción de la onda.
Según la "Interpretación de Copenhague", formulada en los años 20 por Niels Bohr, la respuesta sería afirmativa pues:

"Un sistema físico existe en uno y sólo uno de sus estados posibles después de realizar una medición.
Es decir después de observarla y por lo tanto después de haber interferido en el sistema físico como tal.
La observación no tiene que ser forzosamente a través de la vista, puede ser cualquier otro sentido
que nos aporte información vivencial sobre el sistema o complejo físico a medir.
Antes de la medición, el sistema no posee existencia física y sólo puede describirse en términos de la probabilidad de cada posible resultado de una medición."

Pero en 1957 Hugh Everett III abre su "Interpretación de los Múltiples mundos" en la que al abanico de la función de ondas de cada partícula le corresponde una serie de múltiples mundos posibles, excluyentes unos de otros, en la que cada una de las reducciones se realizaría.
De tal manera que no es la acción de mirar la que determina la reducción de la onda sino que cada posible camino que puede tomar una partícula será tomado por ésta en un abanico de mundos paralelos.

Así pues según Everett el Gato de Schrödinger tiene 50% de mundos paralelos en los que muere y otro tanto en los que no.
y es aquí donde llegamos a don Max Tegmark y al "experimento imaginario" del Suicidio Cuántico.

La idea básica aquí es establecer un sistema en el que nos aproximemos al punto de vista del gato,
no estaremos ya fuera de la caja sino adentro.
Un físico se sienta delante de un arma que tiene un dispositivo que la hará dispararse tras la desintegración de una partícula radiactiva que tiene un 50% de posibilidades de desintegrarse.
Si la "Interpretación de Copenhague" es correcta aquel hombre tiene pues el 50% de posibilidades de que la partícula se desintegre y le obligue a tragar del arma un fogonazo mortal y es él ahora el que fluctúa entre la vida y la muerte, pero no ya hasta que se abra la caja sino hasta
el instante mismo en que sus ojos comprueben que el arma se dispara
Pero si es Everett el que está en lo cierto eso tan sólo pasará en el 50% de mundos paralelos en los que el arma se dispara.

Lo interesante viene aquí, ya que a nuestro físico le queda un 50% de mundos paralelos en los que no sólo no morirá sino que nada de lo que haga por matarse funcionará, por más que repita una y otra vez el experimento él no morirá, lo que lo llevará en algún momento a comprender su inmortalidad.

En todo caso Hugh Everett si estaba más que convencido que su teoría implicaba la inmortalidad en los mundos paralelos del multiuniverso y dicen las malas lenguas que alguna vez se le escucho
decir que "su conciencia siempre encontraría el rumbo que no conduce a la muerte, sino al infinito".

( dedicado a Juanfers, con el gato me abrio una puerta insospechada)

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