La Ciencia Sagrada de los Numeros
He elegido el nº 7 por ser el numero mas sagrado y mistico de todos los numeros
y por tener este año recien estrenado el 7
el articulo es extenso, lo he dividido por capitulos
para que sea mas facil leer
El articulo esta escrito por CORINNE HELINE
EL NUMERO SIETE
Siete son; son Siete. En la subterránea profundidad son Siete.
Posadas en el cielo son Siete.
De un antiguo fragmento babilónico.
Siete es el número que posee la simbología más profunda
y de mayor trascendencia de toda la serie fundamental que va del 1 al l0.
Representa el descanso, la realización.
Luego del trabajo de los 6 días creadores sigue la divina consumación del conjunto en el
el Sabbath, o día santo.
El Siete es el número de la realización espiritual y la consumación.
Cada uno de los 7 Días Creadores está armonizado con el grado vibratorio de un número específico.
Si pudiéramos observar en la memoria de la Naturaleza las huellas de estos Siete Días,
veríamos que el movimiento rítmico, el color y la formación de cada objeto
y ser en los procesos de creación, armonizan con la nota clave del Día Creador al que pertenecen.
La nota clave de los Días Creadores es la del cuerpo planetario con el cual está entonada
y por el cual es regida.
Fue a la luz de este conocimiento que Pitágoras declaró que todo el mundo está construido por el número.
Y Dios descansó en el Séptimo Día de todo el trabajo que había realizado.
El “descanso” del séptimo día no se refiere a un cese de actividad sino
a la emersión desde el caos hasta un orden más elevado y perfecto.
Por lo tanto, en esto está el verdadero trabajo del 7.
Este número no entra en el torbellino de la experiencia al comienzo
sino que se activa cuando está maduro el momento de establecer
nuevas condiciones y sustituir la antigua serie por una nueva y más elevada.
Ésta es su función bajo toda circunstancia y condición e
no sólo las relaciones personales sino también los asuntos nacionales e internacionales.
Los poderes del 7 decidirán en qué plano estarán centradas las actividades de un individuo.
Pues los números, como los signos zodiacales, poseen grados de vibración,
y cada Ego responde al grado que está de acuerdo con su estado evolutivo.
Siete, en su mayor elevación, es el vencedor, el conquistador,
el amo espiritual e invencible. La séptima sefira en el árbol cabalístico de la Vida es “NETZACH”,
que significa victoria; y el símbolo del Tarot para el 7 es un rey sentado en una carroza,
guiando dos esfinges, una blanca y otra negra. En su cabeza lleva una corona formada por tres
pentagramas dorados, siendo el último un símbolo del hombre.
Aquí tenemos una representación de la más elevada fase del 7: cuerpo purificado,
mente iluminada y espíritu glorificado. El vencedor en verdad,
“descansando” de las séptuples tareas y Listo para extender
sus acumuladas y fortalecidas fuerzas en esta experiencia de siete días en nuevos
y más amplios campos de progreso y esfuerzo.
Septos 7 en griego, significa sagrado, divino, huérfano de madre:
es la emanación del supremo poder que desciende desde lo alto. Minerva,
surgiendo completamente armada de la cabeza de Júpiter, representa los poderes del 7.
Platón declara en Timaeus que el alma del mundo fue generada por el 7.
Otros sabios antiguos describieron a la naturaleza como un huevo de oro rodeado de 7 elementos naturales.
4 visibles y 3 invisibles. Las 4 visibles fueron designados: fuego, tierra, aire y agua.
Las principales religiones y escuelas de desarrollo espiritual sintetizan en sus enseñanzas
y simbología el principio fundamental del número 7. Los valores del 7 están divididos en la
trinidad del espíritu y el cuaternario de la forma.
En la ciencia espiritual también se enseña universalmente que una triada sagrada precede al 7 manifestado,
constituyendo el 7 y el 3 unidos el perfecto número Diez.
Cuatro y siete están en intima relación uno con otro: todos son poderosos números de vida, luz y unión.
El Trino tipifica lo espiritual y el Cuadrado lo humano.
La unión del trino con el cuadrado significa la interpenetración de lo humano y lo divino.
El propósito de la evolución física es realizar tal unión.
Este proceso está comprendido dentro del trabajo de los Siete Días creadores.
La suma de los siete primeros dígitos 1, 2, 3, 4, 5, 8, 7 da 28.
Este número se reduce a 10 el número de la unidad.
El propósito de los ciclos de vida terrena es la experiencia
y el 7 marca el punto de la evolución en que la experiencia obtenida es sintetizada
y los poderes resultantes, reunidos para ser usados como fuerza del alma.
Fue de acuerdo con este significado de los números que el camino hacia
los Antiguos Templos de Misterios estaba marcado por 7 escalones, simbólicos de los 7 grados.
Al final de la “disciplina septenaria” el 4 ha sido transformado en el cuadrado perfecto,
el Tetragramaton y elevado a un punto de unión con el trino del espíritu.
Esta es la fuerza que trabaja a través de cada séptuple sendero en el campo de los números.
Para los primeros cristianos el 7 representaba los dones del espíritu y en aquella
sublime visión de Juan en la mística isla de Patmos que aparece en el Libro de las Revelaciones,
el 7 es el numero más importante y más enfáticamente acentuado.
El Apocalipsis de Juan consiste de 7 visiones,
y los medios por los cuales éstas fueron producidas también están compuestos
por 7 seres u objetos. Hay 7 ángeles retributivos y 7 redomas de ira.
Siete truenos emiten sus voces y 7 ángeles abren los 7 sellos que liberan sobre la Tierra
las consecuencias kármicas de sus acciones pasadas por tiempo acumuladas.
Suenan Siete trompetas y la mujer escarlata de abominación descansa sobre las 7 colinas.
El Libro de las Revelaciones relata el triunfo final del bien sobre el mal,
y la completa subyugación de las fuerzas inferiores o negativas por las positivas o superiores.
Como este es el significado esencial del 7, él se transforma en el vehículo numérico principal
de San Juan para transmitir al hombre las verdades contempladas en su séptuple visión,
tal como son presentadas en el Libro de Misterio en que concluye la Biblia cristiana.
Está escrito:
Cuando el 3 y el 4 se besan, el cubo se despliega y se convierte en el número de Vida:
El Padre-Madre Siete.
La Doctrina Secreta expone que el hombre es el septenario en el plano terrestre,
de la Gran Unidad Una (el Logos), que es el signo de Siete Vocales,
el Aliento cristalizado en Palabra.
El Siete puede ser considerado la nota clave subterránea de la naturaleza,
pues gobierna la periodicidad de todos los fenómenos naturales
Hay 7 tonos musicales en la escala diatónica,
7 rayos de color constituyen el espectro visible,
y el 7 domina la serie de elementos químicos.
En ciclos de séptuple ritmo la estructura humana es llevada a la realización.
El primer ciclo de 7 trata de los procesos de construcción física,
el segundo, de 7 a 14, está marcado por el desarrollo de los sentimientos y las emociones;
el tercero, de 14 a 21, enfoca la energía espiritual en el desarrollo de la propia voluntad,
cuando la luz del espíritu comienza a clarear en la conciencia en maduración.
El ciclo de 21 a 28 marca un periodo sumamente crucial que trae una especie
de recapitulación de los ciclos precedentes y también introduce
la liquidación de causas generadas en vidas pasadas.
Por esta razón, el 28 es designado como el año que marca el principio de la vida seria.
El treinta y tres marca la sintetización de lo viejo y el principio de lo nuevo
El treinta y cinco es la fruición de lo nuevo y 49, ó 7 veces 7, marca el clímax del logro mental.
La narración de la Biblia sobre los 7 años de escasez y los 7 de abundancia representa
una fórmula específica respecto al funcionamiento de la ley espiritual.
Esta periodicidad cíclica del 7 en los reinos internos se refleja,
en un intervalo correspondiente, en el movimiento, la armonía y el ritmo de todo ser en manifestación.
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