No somos tan especiales

Las urracas pueden reconocerse cuando se reflejan en un espejo. Éste es el descubrimiento que ha hecho un grupo de expertos alemanes, que publican su estudio en la revista Plos Biology. Se suma así a los humanos, chimpancés, delfines y elefantes que forman la corta lista de especies con esta facultad.
Los investigadores de la Universidad de Goethe destacan la valía de este descubrimiento por la enorme diferencia que existe entre el cerebro de los grandes mamíferos y los de los pájaros. Según el investigador Helmut Prior "esto muestra que la línea seguida por los humanos" en la evolución "no es tan especial como se pensaba". "Después de hallar este tipo de inteligencia en primates, mucha gente se pensaba que se había desarrollado al final de la línea evolutiva", ha explicado.

Los test realizados con las urracas incluían la colocación de etiquetas de colores en diferentes lugares del cuerpo de las urracas. Los expertos comprobaron que cuando los pájaros se encontraban frente al espejo arañaban el cristal justo en el lugar donde se encontraban las etiquetas. Cuando no se veían reflejadas, ni siquiera eran conscientes de su presencia. También comprobaron que tocaban el espejo cuando se proyectaba su imagen en él y no cuando aparecía la de otra ave.

Prior cree que aún quedan cosas por descubrir, particularmente en los loros, a los que el investigador alemán les achaca habilidades ocultas. Como ha explicado, los pájaros capaces de cantar "tienen cerebros realmente enormes" comparados con los de otras aves.