el paraiso perdido

Reflexiones sobre el mundo del misterio sobre sus investigadores, el uso y abuso que de el hacen, siendo sus victimas los creyentes en los fenomenos mal llamados paranormales. Tambien de vez en cuando se podra leer reflexiones mas mundanas y tangibles pues si el misterio se rodea de magia la Vida misma es mágica y todo fuera de ella esta vacio de misterio

lunes, mayo 26, 2008

Supersticiones


Los astronautas rusos, a pesar de que su trabajo guarda relación con las ciencias exactas y las tecnologías punteras, figuran entre la gente más supersticiosa del país. Vuelven a ver obligatoriamente la película de siempre, "El sol blanco del desierto", antes de cada viaje a la órbita; jamás asisten a la ceremonia del traslado del cohete a la rampa de lanzamiento; rehúsan dar autógrafos antes de la misión pero, en cambio, colocan obligatoriamente su firma en la puerta de la habitación de hotel donde han pasado la noche previa al lanzamiento; e, igual que los aviadores, nunca usan el adjetivo "último" poniendo en calidad de sinónimo la palabra "extremo".

Tampoco faltan las supersticiones en torno a los números y los días de la semana. Los rusos evitan realizar lanzamientos los lunes y el día 24 de octubre ha sido simplemente eliminado de los almanaques espaciales. A nadie se le ocurre lanzar cohetes o realizar siquiera algunos preparativos de importancia en esta fecha asociada a dos tragedias que ocurrieron en el cosmódromo de Baikonur en 1960 y en 1963: en ambas ocasiones, los cohetes ya instalados en la rampa explotaron precisamente el 24 de octubre, cobrándose decenas de víctimas.

Hace poco pasó a engrosar la misma lista la fobia al número trece, la llamada docena del diablo. El director de Roscosmos, Anatoli Permínov, sugirió que la nave de turno se llamara Soyuz-14, aunque le corresponde en la numeración el puesto anterior. Con todo, el cambio aún está por oficializarse.

En el pasado, Rusia envió a la órbita varios cargueros espaciales y naves pilotadas que tenían los números 1 y 3 incorporados al nombre, y cuya misión sin embargo fue un éxito. El ejemplo más elocuente es el vuelo que la nave Soyuz T-13 realizó en junio de 1985. Contrariamente a la superstición, los astronautas Vladímir Dhzanibékov y Víctor Savinij pudieron atracar a la estación espacial Saliut-T y restablecer sus funciones cuando los expertos en la Tierra ya creían haber perdido para siempre el control sobre dicho módulo orbital....

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