Especies en extincion incluidos nosotros
Bélgica está
construyendo en la
Antártida la primera
estación polar del
mundo que no produce
emisiones, impulsada
con paneles solares
y turbinas de viento,
diseñada para tener
el menor impacto
posible sobre el
cambio climático
que estudian sus
científicos.
Todos los desechos de la estación "Princess Elisabeth," que alberga
hasta 20 investigadores, serán reciclados. El combustible fósil solo
será usado para sistemas de carga.
"Las estaciones polares realmente tienen un impacto en el medio
ambiente porque la mayoría de ellas funciona a base de combustibles
fósiles. El costo para comprar el combustible es enorme, el costo
para transportarlo es enorme y el impacto sobre el medio ambiente
también es enorme," dijo Maaike Vancauwenberghe, director del
programa de investigación.
Actualmente en exhibición en Bruselas, la estación será transportada
a fines de año a una colina en Dronning Maud Land, Antártida
oriental, donde las temperaturas caen a -- 50 grados centígrados y
los vientos alcanzan los 250 Kilómetros por hora.
Científicos belgas zarparon hacia la Antártida en el buque Bélgica
hace más de un siglo, la primera expedición al lugar durante el
invierno del hemisferio sur.
Pero si bien son reconocidos por sus investigaciones, incluyendo una
reciente excursión para medir la densidad de la nieve en el Artico,
no han tenido su propia estación desde 1967, cuando su sitio quedó
sepultado por la nieve y se volvió inseguro.
UN PROTOTIPO PARA OTROS
La estación, nombrada en honor a la nieta del rey y con un interior
de 700 metros cuadrados, debería funcionar por al menos 25 años.
Con una carcasa de acero inoxidable, una capa de poliestireno de 40
centímetros de espesor cargada con grafito y cubiertas de paneles de
madera, las paredes estarán bien aisladas del frío. El calor de las
computadoras ayudará a mantener el interior habitable.
El gerente del proyecto Johan Berte dijo tener muchas esperanzas de
que la estación fuese usada como un prototipo por otras naciones.
"Espero y creo realmente que tendrá una gran influencia sobre las
estaciones futuras en la Antártida," dijo.
Gran Bretaña y Alemania también tienen planes de reconstruir sus
estaciones durante el Año Polar Internacional, que se extiende por
dos años desde marzo del 2007 a marzo del 2009, cuando se aceleren
las campañas científicas en el continente.
Los líderes del proyecto también esperan que la estación funcione
como un modelo para la construcción en otros lugares.
"Si podemos hacer eso en la Antártida en condiciones extremas
entonces podemos hacerlo en Europa y en todos los países," dijo el
explorador polar belga Alain Hubert quién viajará a la estación a
finales de año.
Hasta ahora el costo de la construcción de la estación es de 10
millones de euros (13,6 millones de dólares). El Gobierno belga, que
encargó el proyecto, contribuirá con 2 millones de euros al año para
la investigación, que comienza en el 2009.
GLACIARES, AEROSOLES Y PINGÜINOS
Los científicos de la estación estarán examinando los glaciares para
ver cómo son afectados por el cambio climático.
"La Antártida tiene un papel importante en el sistema mundial. Las
masas de hielo son contenedores de enormes volúmenes de agua fresca y
si se derriten podríamos ver los niveles marinos subir entre 5 y 6
metros, lo que sería catastrófico, " dijo Vancauwenberghe.
Las partículas de aerosol que influyen en la cantidad de radiación
solar que llega a la superficie terrestre también son parte del
estudio.
Una vez que estos proyectos estén en curso, los investigadores
expandirán sus actividades hacia la costa habitada por pingüinos y
leones marinos para ver el impacto que el cambio climático está
teniendo en sus patrones de conducta alimenticia y de procreación.
"Necesitamos más respuestas a nuestras preguntas sobre el
calentamiento global," dijo Hubert. "La Tierra no está en peligro.
Son nuestras especies quienes lo están," acotó.
Etiquetas: Reuters
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