el paraiso perdido

Reflexiones sobre el mundo del misterio sobre sus investigadores, el uso y abuso que de el hacen, siendo sus victimas los creyentes en los fenomenos mal llamados paranormales. Tambien de vez en cuando se podra leer reflexiones mas mundanas y tangibles pues si el misterio se rodea de magia la Vida misma es mágica y todo fuera de ella esta vacio de misterio

martes, agosto 22, 2006

rito nupcial


Unión de Manos

Al contrario de la usanza de la ceremonia cristiana en donde el hombre y la mujer quedan unidos para siempre "hasta que la muerte los separe", -incluso si en el transcurso del tiempo terminan distanciándose si no odiándose por completo- el rito de los Wicca une a las personas "para el tiempo que perdure su amor". Cuando el amor se haya desvanecido están libres para emprender, por separado, otros caminos.

Hoy en día la mayoría de las parejas redactan su propia ceremonia nupcial: como modo de ejemplo reproduzco aquí la versión de la Sex Wicca. Puedes copiarla o utilizarla como base para tus propias ideas; léela con cuidado pues, además de ser sumamente bella, tiene mucho sentido.

EL RITO NUPCIAL

Este rito deberá ejecutarse en época de luna creciente, decorándose tanto el altar como el Círculo con flores. En el caso de celebrarse normalmente vestidos las Reuniones se sugiere que en esta ocasión, por lo menos, los Novios, si no los demás, vayan desnudos.

En el rito de los "Sex Wicca" es costumbre que los novios intercambien anillos de oro o de plata y grabados con los nombres de los dos individuos. Al comenzar el rito, dichos anillos, junto con la vara priapica, reposarán sobre el altar. Se ejecuta la ceremonia de "Erigir el Templo", besándose el sacerdote y la sacerdotisa

Brujo: "Los hay entre nosotros quienes buscan la unión en matrimonio,"

bruja: "Que sean nombrados y presentados."

Brujo: "(Nombre de novio) es el hombre y (Nombre de novia) es la Mujer."

La pareja camina hacia el altar para quedar allí mirando cara a cara al brujo y a la bruja, los cuales se encuentran al otro lado.

Sacerdote (al Novio): "¿Eres (nombre)?"

Novio: "Lo soy."

Sacerdotisa: "¿Cual es tu deseo".

Novio: "Ser uno con (nombre de la Novia) ante los Dioses y ante los Wicca".

Sacerdote (a la Novia): "¿Eres (nombre)?

Novia: "Lo soy."

Sacerdote: "¿Cual es tu deseo?"

Novia: "Ser una con (nombre del Novio) ante los Dioses y ante los Wicca".

La Sacerdotisa toma la espada, levantándola en alto. El Sacerdote da a los Novios la vara priapica, la cual sostienen con ambas manos los dos.

Sacerdotisa: "Señor y Señora, aquí delante de vos están dos de los vuestros. Sed testigos de lo que tienen que declarar."

La Sacerdotisa deposita de nuevo la espada sobre el altar, tomando a continuación su daga, apuntándolo al pecho del Novio. Él, por su parte, repite, línea por línea estas palabras.

Sacerdotisa: "Repite después de mí... Yo (nombre), he venido aquí libremente para unirme a (nombre de la Novia).

Vengo con todo mi amor, honor y sinceridad, deseando únicamente hacerme uno con la que amo. Siempre lucharé para la felicidad y bienestar de (nombre de la novia). Defenderé antes que la mía su vida. Que la daga penetre mi corazón si no soy sincero en todo lo que he dicho. Juro todo esto en nombre de los Dioses. (Aquí se pueden mencionar los nombres). Que me den fuerza para ser fiel a mis votos. Así sea."

La bruja baja su daga, alzando el suyo a continuación

el brujo y apuntándolo al pecho de la Novia. Ella, por su parte, repite, línea por línea el juramento.

El Sacerdote baja la daga, tomando ahora la Sacerdotisa los dos anillos, los cuales inciensa. Da al Novio el anillo de la Novia y a ella el anillo del Novio. Los dos sostienen con la mano derecha los dos aros, manteniendo con la izquierda la vara priapica.

Sacerdote: "Como la hierba de los campos y los árboles de los bosques se doblen ante las presiones de la tormenta, también habréis de doblar vosotros cuando sopla fuerte el viento. Pero sabed que tan rápidamente viene la tormenta tan rápidamente se puede alejar. Más vosotros permaneceréis firmes en la fuerza del otro. A medida que deis el amor, recibiréis fuerza. Juntos sois uno; aparte no sois nada."

Sacerdotisa: "Sabed que no existen dos personas exactamente idénticas. Por tanto dos personas no pueden encajarse perfectamente en todos los sentidos. Habrá momentos en que os parezca difícil dar y difícil amar. Pero mirad, como en un estanque el bosque, vuestras imágenes. Cuando veáis una imagen triste y enojada ha llegado el momento de sonreís y de amar - pues no es el fuego que apaga el fuego. Y veréis cómo sonríe y ama la imagen del estanque. Cambia entonces tu enfado por amor y tus lágrimas por alegría. No es debilidad admitir un error: es más bien una prueba de fuerza y de aprendizaje.

Sacerdote: "Amad, socorred y respetad siempre el uno al otro. Y sabed, entonces, que ante los Dioses y los Wicca sois verdaderamente uno."

Todos: "Así sea".

El Sacerdote toma de la pareja la vara priapica, depositándola de nuevo en el altar. Los Novios, a continuación, ponen los aros en el dedo del otro y se besan. Después de haberse inclinado por encima del altar para besar al brujo y a la bruja se pasean por el Círculo a fin de recibir las felicitaciones de sus compañeros. Acto seguido se disfrutará de la Ceremonia "Pan y Cerveza" procediendo, al finalizar esta, con los juegos y diversiones.

Pan y Cerveza

Brujo: “Ha llegado el momento de dar las gracias a los dioses por mi sustento. Que sea siempre consciente de lo que Les debo.”

Ahora tomará la copa en la mano izquierda y el athame en la derecha, introduciendo la punta en el vino o la cerveza y diciendo:

“Que así se junte el macho con la hembra para la felicidad de ambos. Que de la unión salga vida. Que todo sea fructífero y prospere toda la tierra.”

Deposita su athame y bebe de la copa, colocándola nuevamente sobre el altar. Acto seguido, toca el pan/torta con la punta del cuchillo, diciendo:

“Esta comida es la bendición de los dioses para mi cuerpo. Disfruto libremente de ella, recordando siempre compartir lo mío con los que no tienen nada”.

Ahora comerá el pan, haciendo una pausa para pronunciar estas palabras:

“Así como disfruto de estos dones de los dioses, permíteme recordar que sin los dioses no tendría nada. Así Sea.”

Tal y como dije al principio de esta lección, el matrimonio se considera, en muchas religiones, como una unión duradera. Por tanto la pareja ha de permanecer junta por muy incompatible que llegue a ser. Naturalmente, estas situaciones son motivo de profunda angustia tanto para la infeliz pareja como para sus hijos. Aunque los brujos jamás alientan las relaciones casuales son capaces de reconocer la imposibilidad en ciertos casos de seguir adelante con la unión. En estas circunstancias, y tras haber agotado todos los medios para efectuar una reconciliación, anularán mediante la antigua ceremonia de

(la separación de las manos) la relación matrimonial.

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